El declive de Internet Explorer




El fenómeno

Según información recogida durante el pasado mes de Octubre, por primera vez Microsoft Internet Explorer tiene una cuota inferior al 50% en el mercado global de los navegadores, para todo tipo de dispositivos (desktop y móviles).

Los responsables fundamentales: Google Chrome (sobre todo) y Mozilla Firefox (ahora en menor medida).

En efecto, esto es la materialización progresiva de un fenómeno que lleva produciéndose en torno al último año. Independientemente de la relación actual de fuerzas, que aún se mantiene sin sorpresas (IE >> Firefox >> Chrome >> Otros), Explorer ha seguido bajando poco a poco, Firefox casi se ha estancado pero tampoco baja y Chrome básicamente es el que sube, comiéndose el pastel de IE. Anteriormente era Firefox el que comenzó a comerse ese pastel.

Las causas

Son variadas, pero algunas de las principales son:

Adopción de versiones

Chrome lanza nuevas versiones cada semana y con actualización automática. Mozilla se ha tenido que adaptar desde principios de este año a esa política y ha adoptado el modelo de una versión cada 3 meses como respuesta (este año 4,5, 6 y 7), en algunos casos con actualización automática y en otros publicitando la siguiente versión cuando arrancas el navegador con la anterior.

Sin embargo Microsoft, no ha cambiado su planteamiento, ha lanzado IE9 y aunque no es mal navegador, su adopción es voluntaria, manual y muy baja (se sigue usando sobre todo IE8 y permanecen nichos no despreciables de 7 y 6). Por tanto, aunque IE tenga nuevas funcionalidades, el público simplemente no las conoce.


El efecto geek 

Parece un hecho contrastable que la población geek - entre la que me incluyo - tiende a producir un efecto viral con la adopción de navegadores: aquel que les gusta lo impulsan, promocionan e incluso directamente instalan entre sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, clientes etc..., y lo hacen apoyándose en la autoridad técnica que, en general, los caracteriza en estas materias.

En su momento, la navegación por pestañas, las extensiones y las utilidades para desarrolladores de Firefox (Firebug) le dieron a ese navegador el impulso geek. Chrome ofreció todo eso y además mejor rendimiento, estabilidad y el caché de Google.

Consecuencia: Chrome gusta ahora más que ninguno en el mundo geek, y es casualmente el que crece.

Mozilla está poniéndose las pilas en cuanto a rendimiento, perfil de memoria etc... y Microsoft no sabe/no contesta.

En definitiva, un lance típico de mercado, uno lleva la iniciativa y consigue cuota de mercado, otro se adapta razonablemente bien y mantiene su posición, el último no se adapta y pierde posición a marchas forzadas.

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