Rincones interesantes: Olsany (Praga)




Entre la multitud de maravillas que posee Praga, se encuentra el cementerio de Olsany, lugar que suele pasar desapercibido entre tanto prodigio monumental. Esta circunstancia lo hace aún más especial si cabe, ya que no suele ser uno de los lugares recomendados en las usuales guías y diarios de viaje, y por tanto no es tan conocido como por ejemplo el cementerio Judío.

Junto a la estación de metro Flora (una de sus salidas desemboca a escasos metros de su acceso), Olsany permanece prácticamente oculto junto a un centro comercial que por suerte no se aprecia una vez dentro.


Entrar a perderse en él es más que una visita turística, es un viaje en el tiempo, es una burbuja  que protege con su silencio de la realidad y del bullicio. La vegetación prolifera casi como en un bosque y cubre la multitud de panteones y tumbas plagadas de ángeles suplicantes, vírgenes dolientes y cruces góticas que se amontonan y mezclan en un romántico caos ordenado de esculturas Art Nouveau

Inevitable ante este espectáculo no pensar en Edgar Allan Poe y en sus cuentos góticos, que encontrarían en este lugar una ambientación perfecta. En él se encuentran además enterrados personalidades checas como Franz Kafka.


Tal vez haya quién piense que el único atractivo que presenta este tipo de lugares es el morbo que suele traer aparejada la muerte, pero si logramos superar este tipo de prejuicios descubriremos un extraordinario emplazamiento lleno de romanticismo, un inesperado y perturbador rincón, repleto de misterio y secretos (o al menos es difícil no pensar que sea así), que a pesar de la muerte que lo inunda parece albergar una especie de vida propia.



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